CRÍTICA TEATRAL: Cómo amar al ministro de cultura



Texto: Enrique Olmos

Dirección: Chiqui Carabante

Argumento:

Cuando, acuciados por las deudas, tres artistas sin éxito deciden secuestrar a un político de segunda para conseguir algo de dinero no saben que su chapucero plan podría cambiar, de una vez por todas, la nefasta política cultural del gobierno español.

Cómo amar al ministro de cultura es el tercer montaje de la compañía El Hangar después de sus éxitos Pedro y el capitán y De noche justo antes de los bosques y en su producción ha participado Nueve Norte.

Maldita dignidad

Tras ver hace unos meses a la compañía El Hangar con Pedro y el capitán en el Teatro Lara, me entró curiosidad por ver su nuevo montaje: Cómo amar al ministro de cultura. Prometía ser una comedia o sátira interesante dados los tiempos que corren. Ya se sabe, mejor reír que llorar.

Con una breve introducción por parte de Ministro del Cultura (Chete Guzmán) se nos presenta a los tres culturetas que se van a comer a bocados la capital. Tenemos a un licenciado en filología y aspirante a escritor (Antonio Aguilar), a una licenciada en arte dramático que quiere convertirse en una gran actriz (Mónica Mayén) y a un licenciado en Bellas Artes (Luis Miguel Molina Rincón).

Los primeros minutos de Cómo amar al ministro de cultura son brillantes, con una reflexión sobre cómo estos aritstas (o culturetas hipsters) vienen a la capital a hacer contactos porque en los tiempos que corren solo se consigue trabajo si, según sus palabras, conoces a alguien que conoce a alguien. Una vez pateada la ciudad, acudido a todas las conferencias o presentaciones posibles, provocado "encuentros casuales" con personas relevantes del gremio correspondiente y enviado su obra a los concursos más prestigiosos, nuestros tres aspirantes (siempre con una actitud positiva frente a los rechazos) se sientan a esperar. Muy conseguido ese silencio únicamente interrumpido por el golpeteo de un zapato a modo de metrónomo que nos indica el paso del tiempo.

También es digna de mención la escena en la que asistimos a un episodio de sexo telefónico en el que nuestro licenciado en filología (Antonio Aguilar) bate con hartazgo unos huevos para conseguir cierto efecto de sonido mientras excita a un cliente que le escucha al otro lado de la línea.

Pero sin duda, lo mejor del texto (y de la obra) es ese monólogo de Mónica Mayén en la que nos explica cómo se le presentó la oportunidad de su vida con un papel para una obra importante. Para conseguirlo, solo necesitaba hacer una cosa: chupársela al director. Ella se lo piensa. Nos cuenta que, con otra actriz, la obra ha sido un éxito y va por la tercera temporada. Pero ella en ese momento tuvo dignidad, "una dignidad que no echa para atrás el alcohol ni los antidepresivos. Maldita dignidad". Es un momento que te encoje en el asiento y que salva el resto de la obra. Sobrecogedor. Brillante. Un gran trabajo por parte de Mayén.

En cuanto al resto del elenco, hubo otro detalle que me gustaría destacar. Chete Guzmán en su papel de ministro me preocupó seriamente con las cuatro caídas estrepitosas que se autoprovoca a lo largo de la función mientras padece una cogorza monumental. El actor consigue un efecto de borrachera bastante creíble (aunque algo exagerado), pero al mismo tiempo te hace temer por su seguridad con esos aspavientos y tanta caída, manteniéndote lleno de angustia en tu butaca. Después de un inicio ácido y crítico muy buen conseguido, en este episodio se recurre al humor más básico de forma recurrente y cansina. Creo que no era necesario ridiculizar a nadie para lanzar una crítica.

Todo el plan de secuestrar al cuñado del licenciado en Bellas Artes (Luis Miguel Molina Rincón) para conseguir dinero, que deriva en el secuestro del Ministro de Cultura ni más ni menos, da lugar a una situación histriónica y disparatada con Guzmán borracho respondiendo a Mayén como si fuera la presidenta del congreso y cayéndose sin parar. No sé... Resultó raro. Innecesario.

La escenografía es apañada y low cost. El propio Guzmán maneja las iluminación. Hay un sofá multifunción que, además de hacer de sofá, se convierte en un taxi y en el coche al añadirle una silla, un volante y una dirección ingeniosa por parte de Chiqui Carabante. Una prueba de que con poca cosa e imaginación no hace falta más.

En conclusión, Cómo amar al ministro de cultura es una comedia negra crítica con una buena premisa y un comienzo brillante que, sin embargo, se va desmadrando hasta dar lugar a un episodio surrealista e histriónico que te hace temer por la seguridad del actor que interpreta al ministro con tanta caída y tanto bamboleo. Sin mencionar nombres, incluye referencias que a todos nos hacen entender a qué ministro y a qué políticas se están refiriendo. Con una intención muy clara, podría haber sido mucho más. Es curiosa de ver, pero poco más.

Valoración:

postimage postimage


¿Dónde y cuándo se representa Cómo amar al ministro de cultura?

Esta función se representa en el Teatro Nuev9 Norte de Madrid. Sábados a las 20h.

! Para más información, pincha aquí

12 comentarios:

  1. ¡Hola, hola!
    No soy yo mucho de ir al teatro, es más, creo que no he ido nunca D: Pero muchas gracias por la reseña, me voy a quedar por aquí haber si algún día coincide que estoy por Madrid y puedo ir a ver algo que estés recomendando en ese momento♥
    Besitos<3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Snu:

      ¡Bienvenida a Devoim! ¿Nunca has ido? Entonces me parece bien que te quedes por aquí; ya verás cómo te pico la curiosidad con alguna. Incluso alguna de las obras de las que hablo aquí puede que vayan de gira al lugar donde tú vives y te ahorras el desplazamiento. ¡Muchas gracias por comentar!

      Un saludo imaginativo...

      Patt

      Eliminar
  2. Hola! No conocía esta obra y aunque parece interesante es una pena que no te haya terminado de convencer.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Beatriz:

      La verdad es que tenía una premisa estupenda. Hacía falta una obra que tratara este tema. Pero al final termina siendo algo que no, no me ha terminado de convencer. Una pena. ¡Gracias por volver a pasarte por aquí!

      Un saludo imaginativo...

      Patt

      Eliminar
  3. Hola! Pues una pena que la obra te haya decepcionado, aun así me ha encantado que nos hayas compartido tu opinión de ella pues me parece que el teatro últimamente esta un poco abandonado y hablar mas de el no le hace daño a nadie
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Zaskya:

      Sí, la verdad es que ha sido una pena porque fui a verla con muchas ganas y empezó bien, pero luego derivó en algo un poco rocambolesco que no creo que fuera necesario. ¡Muchas gracias por tu comentario!

      Un saludo imaginativo...

      Patt

      Eliminar
  4. Hola!!
    El teatro me encanta!
    Una pena que no te haya gustado, gracias por tu opinión.
    Un saludo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Estefanía:

      Ya somos dos entonces, pero, como en la lectura, no todas las obras terminan gustándole a uno. Eso sí, como menciono en la crítica, "Cómo amar..." también tiene sus partes buenas. ¡Gracias por volver por este rinconcito!

      Un saludo imaginativo...

      Patt

      Eliminar
  5. ¡Hola!
    Es una pena que no la hayas disfrutado tanto. Por lo que he leído de tu reseña, les ha faltado explotar más las ideas (al menos te entretuvo xDu).

    Me encanta el teatro, aunque voy mucho menos de lo que me gustaría.

    ¡Un abrazo enorme!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Basilisco Escarlata:

      Justamente. Toda la primera parte estuvo muy bien, pero luego todo ese desvarío duró demasiado como si, efectivamente, hubiera habido una falta de ideas y quisieran rellenar el tiempo que quedara con humor fácil (entiendo que en el proceso de escritura/montaje hubo una razón para hacer esto, pero el resultado puede llegar a dar esa impresión). No se me había ocurrido exponerlo de esta manera, así que gracias por tu análisis.

      Un saludo imaginativo...

      Patt

      Eliminar
  6. E'to...va a ser que no. Y es una pena. El título me había llamado irresistiblemente la atención y la trama prometía una historia muy divertida...pero veo que termina por ser todo demasiado exagerado. Vaya lástima :/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Laura:

      ¿Verdad que llama muchísimo la atención? Pero,como dices tú, es una pena. ¡Muchas gracias por tu comentario!

      Un saludo imaginativo...

      Patt

      Eliminar

Imagina...

Tus comentarios también forman parte del blog. Muchísimas gracias por escribirlos; me encanta leerlos.

Si marcas la casilla "avisarme", recibirás mi respuesta en tu correo en un plazo de máximo de una semana. Aunque también puedes volverte a pasar por Devoim y descubrirla tú mismo/a. ¿Qué opción prefieres?


NOTA: La moderación simplemente la tengo activada para que no se me escape ningún comentario porque hace un tiempo, repasando entradas, me di cuenta de que había bastantes que no había leído en entradas antiguas y me dio mucha pena no haberlos visto en su momento.

Con la tecnología de Blogger.