CRÍTICA TEATRAL: "La dama duende" de Calderón de la Barca [Teatro de la Comedia]
Argumento:
La dama duende es una comedia de ambiente urbano perteneciente al género llamado de capa y espada, que desborda sus límites para reflejar al poeta dramaturgo: Calderón. Comedia cómica, de enredo, con una intriga minuciosa que gira en torno al amor y al honor y nos transmite las incertidumbres del hombre de la época y las obsesiones de un autor que tantas obras geniales nos ha dejado escritas y que en esta ocasión critica con ironía, a través de sus contradictorios personajes, a una sociedad capaz de tener encerrada a una mujer viuda porque no tiene medios para superar la ruina en que su caballero la ha dejado.
¡Ay, la tramoya maravillosa!
Son pocos los teatros de Madrid a los que no haya ido alguna vez para ver alguna función. El Teatro de la Comedia era uno de ellos. Tras un montaje de la Dama boba, se cerró por problemas de seguridad en marzo de 2002. Sin embargo, las obras de rehabilitación del edificio no comenzaron hasta 2009, lo que provocó que el cierre de este espacio teatral durara nada más y nada menos que 13 años. En 2015 se volvió a abrir al público, recuperando la Compañía Nacional de Teatro Clásico su espacio habitual tras 13 años en el Teatro Pavón (que ahora ha sido reconvertido como sede de la compañía de Miguel del Arco y renombrado como Teatro Kamikaze).
Si quieres saber más sobre la historia de este teatro, pincha aquí.
Dos años más han tenido que pasar hasta que por fin he podido traspasar sus puertas y ha sido para ver una obra de Calderón de la Barca: La dama duende.
La dama duende es una comedia de enredo, del género de capa y espada, en la que doña Ángela de Toledo (Marta Poveda), una mujer que ha enviudado muy joven y ha quedado sumida en deudas, vive encerrada en la casa de sus hermanos, don Juan (Joaquín Notario) y don Luis (David Boceta). Cansada de estar en casa, escapa por las noches para disfrutar de momentos de ocio. El día en que don Manuel (Rafa Castejón) llega a la ciudad, ella va encapuchada y está huyendo de su hermano don Luis porque no quiere que la descubra fuera de casa. Al encontrarse con don Manuel, le pide que distraiga a su perseguidor para que no la descubran. Don Manuel y su criado Cosme (Álvaro de Juan) se lo toman al pie de la letra y don Manuel se ve luchando con don Luis porque él se ha sentido ofendido por el criado, ya que le ha hecho perder el tiempo. El lance termina cuando don Juan aparece y revela que don Manuel es el invitado que están esperando. Por lo tanto, los cuatro personajes tendrán que compartir una misma casa en la que un misterioso túnel que hay detrás de una alacena conecta las habitaciones de don Manuel y doña Ángela. El conflicto está servido.
La dama duende ha sido uno de los raros casos en los que el texto ha sido lo que menos me ha convencido de la obra. Si bien me apasiona el lenguaje que se utilizaba en el siglo XVII, el texto me ha resultado en ocasiones demasiado rebuscado para ser una comedia. Por otra parte, el planteamiento no me ha terminado de convencer y la escena final me ha resultado surrealista. Será que Calderón de la Barca no es mi autor...
Sin embargo, todo lo demás me ha enamorado, desde la escenografía al trabajo actoral, pasando por la puesta en escena y la coreografía.
La escenografía de este montaje de La dama duende es maravillosamente clásica y hacía mucho tiempo que no veía una obra en la que se hiciera uso de la tramoya para mover los decorados. Así, como espectador, podrás contemplar cómo las camas entran y salen de escena gracias a aperturas que aparecen en las paredes del decorado, o cómo baja un espejo desde el techo hasta situarse en el lugar adecuado.
Por su parte, el color tienen una gran importancia en esta obra: hay una clara división entre escenas con tonos cálidos (realistas y/o alegres) y escenas con tonos fríos (misteriosas y/o sobrenaturales). Todo el trabajo de iluminación es espectacular y el juego de la luz con el vestuario de los actores (en especial con los velos que portan las mujeres) consigue unos efectos que dan a la obra un tono fantasmagórico en ciertos momentos que me ha rememorado a un par de relatos de Bécquer (El Monte de las Ánimas y Los ojos verdes) a pesar de haber sido escritos más de 200 años después.
Si tuviera que destacar a uno de los actores, sin duda mencionaría a Álvaro de Juan, que nos ofrece un Cosme divertido, dicharachero y cobardica que hace las delicias del público. Marta Poveda en el papel principal no se queda atrás: da vida a una doña Ángela que se muere por vivir su juventud, aunque eso la meta en un lío de tres pares de narices. Sabe qué papel se espera de ella en la sociedad como viuda que es, pero no puede evitar mostrar un comportamiento travieso y aniñado que resulta encantador. Por su parte, David Boceta consigue un don Luis deliciosamente irritante que aparece siempre en el momento menos oportuno.
En definitiva, La dama duende que nos ofrece Helena Pimienta con la Compañía Nacional de Teatro Clásico es una comedia que, si bien no cuenta con un texto que sea especialmente santo de mi devoción, cuenta con todo un montaje espectacular, tanto en por parte de los actores como en un sentido más técnico. Si te apetece ir a disfrutar de una obra teatral clásica, es una opción estupenda.
Imagen tomada por J. Alberto Puertas |
La dama duende ha sido uno de los raros casos en los que el texto ha sido lo que menos me ha convencido de la obra. Si bien me apasiona el lenguaje que se utilizaba en el siglo XVII, el texto me ha resultado en ocasiones demasiado rebuscado para ser una comedia. Por otra parte, el planteamiento no me ha terminado de convencer y la escena final me ha resultado surrealista. Será que Calderón de la Barca no es mi autor...
Sin embargo, todo lo demás me ha enamorado, desde la escenografía al trabajo actoral, pasando por la puesta en escena y la coreografía.
La escenografía de este montaje de La dama duende es maravillosamente clásica y hacía mucho tiempo que no veía una obra en la que se hiciera uso de la tramoya para mover los decorados. Así, como espectador, podrás contemplar cómo las camas entran y salen de escena gracias a aperturas que aparecen en las paredes del decorado, o cómo baja un espejo desde el techo hasta situarse en el lugar adecuado.
Por su parte, el color tienen una gran importancia en esta obra: hay una clara división entre escenas con tonos cálidos (realistas y/o alegres) y escenas con tonos fríos (misteriosas y/o sobrenaturales). Todo el trabajo de iluminación es espectacular y el juego de la luz con el vestuario de los actores (en especial con los velos que portan las mujeres) consigue unos efectos que dan a la obra un tono fantasmagórico en ciertos momentos que me ha rememorado a un par de relatos de Bécquer (El Monte de las Ánimas y Los ojos verdes) a pesar de haber sido escritos más de 200 años después.
Si tuviera que destacar a uno de los actores, sin duda mencionaría a Álvaro de Juan, que nos ofrece un Cosme divertido, dicharachero y cobardica que hace las delicias del público. Marta Poveda en el papel principal no se queda atrás: da vida a una doña Ángela que se muere por vivir su juventud, aunque eso la meta en un lío de tres pares de narices. Sabe qué papel se espera de ella en la sociedad como viuda que es, pero no puede evitar mostrar un comportamiento travieso y aniñado que resulta encantador. Por su parte, David Boceta consigue un don Luis deliciosamente irritante que aparece siempre en el momento menos oportuno.
En definitiva, La dama duende que nos ofrece Helena Pimienta con la Compañía Nacional de Teatro Clásico es una comedia que, si bien no cuenta con un texto que sea especialmente santo de mi devoción, cuenta con todo un montaje espectacular, tanto en por parte de los actores como en un sentido más técnico. Si te apetece ir a disfrutar de una obra teatral clásica, es una opción estupenda.
Pincha en la imagen para ver el teaser de la obra:
Valoración:
¿Dónde y cuándo se representa La dama duende?
Esta función se representa actualmente en el Teatro de la Comedia de Madrid desde el 5 de octubre hasta el 10 de diciembre en los siguientes horarios:
- Martes y domingos - 19:00 h.
- De miércoles a sábado - 20:00 h.
Encuentro con el público: Jueves, 26 de octubre.
Además, tras la representación en Madrid, La dama duende hará una gira nacional. Estos son los lugares (con sus fechas) que hay programados en 2018:
Además, tras la representación en Madrid, La dama duende hará una gira nacional. Estos son los lugares (con sus fechas) que hay programados en 2018:
Hola! Lástima que no venga a Barcelona, tiene buena pinta.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola, Beatriz:
EliminarEs un montaje estupendo. ¿Y quién sabe? Quizás vaya para allá la siguiente temporada ;)
Un saludo imaginativo...
Patt
Qué curiosa la historia del teatro.
ResponderEliminarEn cuanto a la obra, pues esta vez sí que no me llama en absoluto la atención, es más, por la trama no hubiera dicho que era una comedia. Me parece interesante lo de la tramoya (En catalán tenemos una expresión "Quina tramoya" que usamos cuando algo requiere mucho trabajo de cosas diversas o cuando se ha de ir ir y venir muchas veces a sitios distintos), eso me gustaría verlo. Pero por lo demás, no me has convencido.
Un saludo de,
una Laura poco teatrera.
Hola, Laura:
EliminarCon este comentario tuyo, ¡me he puesto al día con los comentarios que tenía pendientes de moderación! ¡Tres hurras por mí! Weeeee
Bien. Sigamos...
Ay, Laura. Cuánto me haces sufrir con tus comentarios. Pero bueno, poco a poco te iré despertando el gusto por el teatro, ya verás (alguna vez he conseguido que una obra te llame la atención, ¿verdad?). Qué curioso lo de la expresión. Gracias por tu comentario (a pesar de todo).
Un saludo imaginativo...
Patt
Hola, Juan Carlos:
ResponderEliminar¡Vaya! A mí no me dio esa sensación, aunque sí es cierto que hablaban a buen ritmo. Qué pena que te defraudara en ese aspecto. Aun así, muchísimas gracias por tomarte el tiempo de dejar un comentario en esta entrada.
Un saludo imaginativo...
Patt