CRÍTICA TEATRAL: Fuga mundi [Teatro Guindalera]


Texto: Mar Gómez Glez

Dirección: Juan Pastor

Argumento:

En la España del Siglo de oro en el que florecen las artes de Velázquez, Alonso Cano, Martínez Montañés, el teatro de Lope de Vega, Tirso y Calderón y la literatura de Quevedo y Cervantes, también la España del Concilio de Trento y la paz con los flamencos con la consiguiente humillación católica que requería acciones compensatorias como la expulsión de los moriscos para ofrecer una imagen menos impura del catolicismo y una respuesta inquisidora ante unas amenazas injustificadas y que nos recuerdan hechos muy recientes en nuestra Europa actual, en aquella España, una escultora acreditada por su imaginería religiosa, es perseguida por la Inquisición por usar como modelo a una morisca para figuras de la Virgen. Sus antiguas protectoras la ocultan en un monasterio de clausura, y durante su retiro obligado establecerá una “compleja” relación con una misteriosa novicia que destapará la compleja relación de la artista con su obra y dejará fluir sus temores y deseos más íntimos como artista y mujer de aquella época

Una mujer contra el sistema


Hace ya 11 años que pisé por primera vez la sala de teatro Guindalera para ver En torno a "La Gaviota" de Chéjov (adaptada por Juan Pastor). Desde entonces, se han sucedido muchas obras como Duet for One, El juego de YaltaEl fantástico Francis Hardy, curanderoLa larga cena de NavidadMolly Sweeney, Múnich-AtenasOdio a HamletTraición, Tres años y muchas otras. Algunas buenas, otras mejores, pero todas con el espíritu Guindalera, apostando por la calidad y la independencia creativa.

Como os comenté en una de las últimas entradas que he publicado, Juan Pastor anunció el cierre de la sala, siendo Fuga Mundi la última obra que se interpretará en su escenario (al menos de momento, mientras que no cambien las cosas).

A veces el azar es caprichoso y, paralelamente al espíritu luchador de la Guindalera que a pesar de todos los esfuerzos ha terminado sucumbiendo al retiro, en Fuga Mundi se nos presenta a Juana de la Vega (María Pastor), una escultora, perseguida por la Inquisición por usar a una morisca como modelo de una de sus figuras de la Virgen, que se ve obligada a ocultarse en un convento de clausura, protegida por Sor Paula (Chusa Barbero) y la marquesa de Santa Cruz (María Álvarez).

Durante su retiro, Juana conocerá a Clara (Anaïs Bleda), una joven novicia que se empeña en ocultar su rostro con un velo. Mientras Juana se desespera por no poder ver el rostro de la muchacha, en el mundo exterior se está organizando la expulsión de los moriscos de España.

De este planteamiento, se derivan los temas fundamentales de la obra, lamentablemente presentes aún en nuestro día a día: la intransigencia, el rechazo a una comunidad (paralelismo con la crisis de refugiados), la imposición del poder frente a la independencia y un pequeño atisbo a la creencia de la inmoralidad de la homosexualidad.

Juana de la Vega trata de luchar contra el sistema con su visión del arte, pero fracasa y tiene que transigir y aceptar su castigo, aunque eso le queme por dentro, como nos trasmite María Pastor con su grito desgarrador en un momento de la obra.

Anaïs Bleda nos ofrece un personaje angelical y dulce que contrasta con la impetuosidad e irascibilidad del de María Pastor. Por otro lado, Chusa Barbero da vida a una mujer que, después de haber vivido en el mundo, ha decidido hacerse monja de clausura, cambiando su nombre de Prudencia a Sor Paula. Pero su personalidad sigue patente, como puede observarse con su gusto por el teatro. Por último, María Álvarez nos retrata a una marquesa que se cree que tiene la sartén por el mango, pero que igual no es del todo así.

La puesta en escena es sencilla, con unos pocos muebles, pero muy acertada, por ejemplo, con una cortina que solo nos deja entrever la figura de la Virgen en dos momentos de la obra gracias a la iluminación, añadiendo cierto carácter espiritual a la obra.

Del vestuario, me gustaría destacar el valor simbólico del velo que luce Clara y el cambio de vestimenta que experimenta Juana a lo largo de la obra.

Fuga Mundi es un digno punto y final de esta andadura que comenzó la Guindalera hace 13 años. Juan Pastor nos vuelve a demostrar su maestría en su dirección y volvemos a encontrarnos con actuaciones de calidad. Además, esta obra nos invita a reflexionar sobre nuestro propio presente. Dicen que quien no conoce la historia está condenado a repetirla. ¿Deberíamos aprender entonces más historia?

Valoración:

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¿Dónde y cuándo se representa Fuga mundi?

Esta función se representa hasta este domingo día 17 de julio en la sala de teatro Guindalera de Madrid. Jueves, viernes y sábados a las 21h.,domingos a las 20h. Quedan apenas tres días, así que no lo dudéis: no podéis perderos esta joya.

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