Lectura quincenal - Octubre 2017

La lectura quincenal que te traigo hoy son las primeras páginas de uno de los cuentos con los que crecí y que mi padre me leía por las noches. Se trata de Precisamente así de Rudyard Kipling, una antología de cuentos escrita por el autor en 1902, que nos cuentan cómo se dieron distintos fenómenos: ¿por qué la ballena se alimenta de peces tan pequeños? ¿Cómo surgió el alfabeto? ¿Cómo consiguió el leopardo sus manchas?

Mi ejemplar es la primera edición de la traducción que trajo al mercado Editorial Juventud en 1998. Al traeros esta lectura quincenal, me ha hecho ilusión comprobar que todavía se sigue comercializando y que va por la cuarta edición. Se trata de un libro con ilustraciones a cargo de Ángel Domínguez. 

Hace unas semanas le recomendé este libro a Laura, del blog Paseando entre páginas porque estaba convencida de que la sacaría del bloqueo lector que estaba sufriendo. Incluye historias curiosas y maravillosas. Por no hablar de que las recuerdo con bastante exactitud después de unos 20 años, por lo que puedes comprobar que dejan huella. [Eso sí, hay que tener en cuenta que ciertos valores morales pueden ser un tanto diferentes a lo que es aceptado hoy en día, ya que estos cuentos tienen más de 100 años, pero no es algo que vaya más allá del simple detalle]La edición que está leyendo Laura es más antigua (concretamente de 1982) y fue traducida por otro traductor, así que el texto es ligeramente diferente. Eso sí, lo más curioso es que ¡las ilustraciones no coinciden! Fue entonces cuando descubrí que la edición original de Just So Stories (el título original del libro) fue ilustrada con grabados en xilografía, realizados por el propio Kipling. Curioso, ¿verdad? Además, en esta edición de Alborada, las ilustraciones de Kipling traen notas a pie de página que, según me ha contado ella, son de lo más divertidas. Aquí puedes ver un ejemplo (imagen propiedad de Paseando entre páginas).

Y tras esta pequeña anécdota... dentro primeras páginas:

Precisamente así de Rudyard Kipling [Editorial Juventud]

Precisamente así

Rudyard Kipling

.
ASÍ FUE COMO LA BALLENA SE HIZO CON SU GARGANTA

Había una vez, mi niño querido, una ballena que vivía en el mar y comía peces. Comía lubinas y sardinas, salmones y camarones, cangrejos y abadejos, a los meros y a sus compañeros, comía jureles y verdeles y hasta a la en verdad retorcida y escurridiza anguila se comía. A todos los peces que en el mar podía encontrar se los comía con la boca -¡así! Hasta que al fin sólo quedó en el mar un pececillo, y era un pececillo astuto que nadaba un poco por detrás de la oreja derecha de la ballena para no correr peligro. Entonces la ballena se irguió sobre su cola y dijo:

–Tengo hambre. 

Y el astuto pececillo dijo con astuta vocecita: 

–Noble y generoso cetáceo, ¿has probado hombre alguna vez? 

–No respondió la ballena. ¿A qué sabe? 

–Rico dijo el pececito astuto. Está bueno, aunque correoso. 

–Entonces tráeme algunos dijo la ballena, y de un coletazo levantó una montaña de espuma. 

–Con uno cada vez es bastante dijo el pez astuto. Si nadas hasta la latitud de Cincuenta Norte y la longitud de Cuarenta Oeste es mágica encontrarás, sentado sobre una balsa, en medio del mar, llevando sólo unos pantalones de lona azul, unos tirantes no has de olvidar los tirantes, mi niño querido y una navaja, a un marinero náufrago, que, he de prevenirte, es hombre de sagacidad y recursos infinitos. 


Así que la ballena nadó y nadó, tan deprisa como pudo, hasta la latitud Cincuenta Norte y longitud Cuarenta Oeste, y sobre una balsa, en medio del mar, llevando sólo unos pantalones de lona azul, unos tirantes has de recordar especialmente los tirantes, mi niño querido y una navaja, vio a un marinero solo, náufrago y solitario que, con los dedos de los pies, iba haciendo surcos en el agua. (Tenía permiso de su mamá para ir a remar, o si no jamás lo habría hecho, porque era un hombre de sagacidad y recursos infinitos). 

Entonces la ballena abrió la boca más y más y más atrás hasta casi tocar la cola, y se tragó al marinero náufrago, y la balsa sobre la que estaba sentado, y los tirantes que no debes olvidar– y la navaja. Se lo tragó todo y lo metió en sus armarios interiores, cálidos y oscuros, luego se relamió los labios... así, y dio tres vueltas sobre la cola.

Pero tan pronto como el Marinero, que era hombre de sagacidad y recursos infinitos, se encontró de verdad en los armarios interiores, cálidos y oscuros de la ballena, empezó a pisotear y a saltar, a aporrear y a chocar, a brincar y a bailar, a golpear y a retumbar, y golpeaba y mordisqueaba, saltaba y se arrastraba, merodeaba y aullaba, saltaba a la pata coja y abajo se venía, gritaba y suspiraba, gateaba y vociferaba, andaba y brincaba, y bailaba danzas marineras donde no debía, y la ballena se sintió muy mal de verdad (¿Has olvidado los tirantes?) 

[...]

! Para consultar la ficha de este libro, pincha aquí.

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¿Qué te ha parecido esta lectura quincenal?
¿Te interesan los cuentos?
¿Te animarías a seguir leyendo la historia habiendo leído estas primeras páginas?

8 comentarios:

  1. ¡Hola, Patt! Umm... la verdad es que el libro no me atrae lo más mínimo :-( Parece que entretiene, pero por el fragmento que has puesto, no creo que yo lo disfrutara. Tal vez si llevara una racha de lecturas espectaculares me animaría, pero es que no parecen historias que puedan gustarme.
    ¡Saludos! ;-)

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    1. Hola, Omaira:

      Ay, ay, ¡lo que me has dicho! En fin... veremos si Laura te convence con su reseña... Snif.

      Un saludo imaginativo...

      Patt

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  2. ¡Hola, Patt! ^^

    Lo prometido es deuda. A ver si puedo leer también la entrada anterior con todos los detalles de tu súper viaje ^^
    Sobre el libro... me parece muy tierno tu recuerdo. A mí nunca me han leído antes de irme a dormir, aunque sí tengo un vago recuerdo de llamar a mi padre para preguntarle tonterías. Sí, cosas del rollo "papá, ¿por qué hoy no hemos ido al cole por el camino de siempre?". Vamos, qué tenía una hostia en toda la cara, porque lo mío era ganas de no dormir jajajaja Pero más allá de eso, nada. Así que sí. Me parece precioso lo de que te leyeran antes de irte a dormir ^^
    Lo que comentas de las ediciones... es realmente curioso, sí. Los valores morales... bueno, vamos a dejarlo correr, porque de todas formas no hay nadie a quién increpar después de 100 años. Me resulta la mar de curioso de lo que va la novela. Debo decir, además, que me parece una apuesta de lo más arriesgada para salir de un bloqueo lector pero, oye, muchas veces las cosas inesperadas resultan ser maravillosas :)
    Contestando a tu última pregunta - bueno, a una de ellas ;D -, sí, la verdad es que me gustan los cuentos. No sé, supongo que por el tema de que siempre es bonito recordar viejos tiempos, pero son tan tan tan tan lindos... *.*
    Una entrada muy cuidada, como siempre, Patt ^^
    ¡Un besazo muy pero que muy grande y que pases un maravilloso fin de semana, guapísima! ^^

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    1. Hola, Carme:

      Ay, ¿nunca? Para mí los cuentos de la hora de dormir eran uno de los mejores momentos del día. Y oye, lo de tus preguntas me parecen geniales. Lo de hacerte preguntas y reflexionar veo que te venía de pequeña...

      ¿Una apuesta arriesgada? ¡Para nada! Precisamente le recomendé a Laura "Precisamente así" porque los cuentos son muy cortitos y muy curiosos y, de esa manera, podría leerlos poquito a poco sin cansarse.

      ¡¡Bien!! ¡Otra apasionada de los cuentos! Es que son tan bonitos... Mira, ayer leí una nueva edición de "Caperucita roja" con unas ilustraciones preciosas (e inquietantes). ¡Gracias por volver por este rinconcito!

      Un saludo imaginativo...

      Patt

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  3. Me encanta Patt,
    Es como volver a la infancia....
    Mis padres no me leían a la hora de dormir... es algo que en mi familia no se inculcaba mucho... tampoco se lo reprocho ... trabajaban muchísimo y tenían sus problemas...
    Normalmente me suelen gustar este tipo de libros que te hablan de datos curiosos... estoy segura que con casi 40 años que tengo aprenderé algo nuevo al leerlo... ;)
    Un besazo!!

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    1. Hola, Ana Belén:

      ¡Nunca es tarde para aprender! (Aunque en este caso, las historietas me da a mí que son más inventadas que otra cosa -tipo leyenda-, pero no por ello dejan de ser preciosas). Creo que este libro te encantaría :) ¡Gracias por comentar!

      Un saludo imaginativo...

      Patt

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  4. ¡Hola Patt! Pero qué lectura quincenal más interesante, tiene buena pinta el libro, puede que me lo lea...xD
    En fin, ya sabes, gracias por la recomendación, sin duda necesitaba airearme un poco y reír (pese a que sigo deprimida por no haber encontrado un 5/5...)En fin, no comentaré mucho, que para eso he escrito una reseña (que aún no sé cuando publicaré porque hay lista de espera). Me ha sorprendido que tuvieras una primera edición :O
    En cuanto a lo de contar cuentos por la noche, pues eso, mis padres siempre han sido más de inventárselos. A mí madre le decía "Quiero un cuento de una lámpara y un armario" y ella se lo tenía que inventar (y yo siempre intentaba que fuera lo más difícil posible). Aunque también tenía un par que siempre me contaba, como El gato con patines y El caracol de la concha rota (no sé si existen). Mi padre no era tan imaginativo y siempre me contaba o Los tres cerditos o Los 7 cabritillos. Aish, qué recuerdos.

    Un saludo nostálgico,
    Laura.

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    1. Hola, Laura:

      ¿Qué irónica hemos atardecido hoy, no? Lo que me reiré contigo... Me alegro de que, a pesar de que no haya sido un 5 (¡ya verás como llega!), te haya gustado el librito. Respecto a lo de la 1ª edición... bueno, es una 1ª edición de esta editorial, no del libro en cuestión.

      ¡Me encanta la anécdota de tus cuentos para dormir! Desde luego, lo de la exigencia con las historias ya te venía de pequeñita, ¿eh? Pobrecita tu madre... Le hacías estrujarse bien el cerebro... Tu padre era más clásico. ¡Muchísimas gracias por pasarte por aquí y por leer este libro! Espero con ganas tu reseña.

      Un saludo imaginativo...

      Patt

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