Ser versátil deja con la boca abierta

Fair-Play

Patrice Thibaud y Philippe Leygnac

Argumento

Después de Cocorico y Jungles, Patrice Thibaud y Philippe Leygnac presentan su nuevo trabajo, Fair-Play. Siempre en tono paródico e irónico, atacan al mundo del deporte de forma original, desplegando sus grandes cualidades actorales. Una mezcla de Tati y De Funes, para hacer extraordinarias las carreras de fondo, un partido de fútbol o una competición de gimnasia. La risa garantizada hasta la medalla olímpica.

Ayer, mientras que repasaba las newsletters de teatros y editoriales, descubrí que ponían esta obra en los Teatros del Canal durante cuatro días únicamente:

Teatro gestual, en el marco del Festival de Otoño a Primavera

Entré en la sección para comprar entradas y vi que las butacas tenían distintos precios dependiendo del piso en el que se encontraran y que había descuentos de hasta el 50%. Así que, ni corta ni perezosa, compré mi entrada a 3 euros (más 1 euro por gastos de gestión) en un lateral de la segunda balconada.

Me esperaba una comedia paródica sobre los deportes al estilo de Tricicle o compañías parecidas, pero al llegar en un lado del escenario había ¡un piano! "De modo que hay música en directo", me dije. El espectáculo empezó con Patrice Thibaud, solo en el escenario. A su salida, de pronto apareció un brazo y una pierna de dentro del piano y era Philippe Leygnac quien consiguió llegar hasta la butaca sin pisar el suelo, simplemente agarrado al piano, estilo mono. Y después de ese ejercicio acrobático, se puso a tocar tan tranquilamente.

En esta obra parodian los Juegos Olímpicos, desde su inauguración en distintos idiomas (sin olvidar el "relaxing cup of café con leche" en español). El dúo de artistas tratan casi todos los deportes que se practican en ellos, desde el fútbol, el tenis o las carreras hasta la natación sincronizada o la gimnasia rítmica, pasando por el lanzamiento de pértiga o martillo, el boxeo o la hípica. Ambos intérpretes, ponen de manifiesto unas grandes dotes actorales como cómicos y una importante preparación física.

En los carteles aparece con letras más grandes el nombre de Patrice Thibaud, que es la persona que lleva el poder de conducir el espectáculo y probablemente sea la cabeza de la que surgen las ideas. Sin embargo, yo no he podido evitar quedarme alucinada con Philippe Leygnac, que es un hombre pequeño y delgado que no parece gran cosa. Sin embargo, cuando viste camisetas de tirantes, incluso desde la segunda balconada se aprecian los músculos de sus brazos, músculos que necesita para su faceta acrobática. Pero hay más: pianista, trompetista, percusionista, cómico... Y ya pone la guinda cuando se sienta al piano y toca con una sola mano, mientras que con la otra toca la trompeta. Me quito el sombrero ante esa versatilidad.

Quizás no es la crítica que se merecen, pero me he apresurado a escribirla por si alguno de vosotros, después de leerla, le apetece pasarse y ver el espectáculo. Os aseguro que es hora y veinte de risas continuadas. No todos los chistes son buenos, claro, pero, en conjunto, no creo que os defraude. Habrá que seguir la pista a este dúo francés. 

¡OJO! Recomendación:

Si vais, y queréis apostar por las butacas baratas del segundo piso, os recomiendo las balconadas laterales, no las del fondo. ¿La razón? En las laterales, las butacas son como sillas de escritorio, altas, de forma que la cabeza de los espectadores estén por encima de la valla de alambrada que impide que te puedas caer. Sin embargo, en la parte trasera (más central), la visibilidad es reducida porque allí la valla es igual de alta y, sin embargo, han puesto las butacas habituales de teatro. Por tanto, si te sientas de forma normal, justo te pilla el borde de la valla (un pasamanos de metal grueso) a la altura de los ojos y no ves; o bien tienes que asomarte y no tener la espalda apoyada en la butaca, o bien repanchingarte muy mucho en la butaca para mirar a través de los agujeritos. 

La verdad es que no entiendo muy bien esa decisión. Si en los laterales ponéis sillas altas, queridos decoradores, ¿por qué a los que están más centrados, no? ¿Será una forma de justificar la reducción de precio, ya que como es una sala pequeña desde ahí arriba se sigue viendo muy bien?

La puntuación del teatrómetro:

   


¿Dónde y cuándo representan Fair Play?

En la sala verde de los Teatros del Canal, del 30 de octubre al 2 de noviembre.

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